Yakarta es una serie original de Movistar Plus+, creada por Diego San José, con dirección compartida de Elena Trapé, Fernando Delgado-Hierro y Javier Cámara.
Yakarta cuenta la historia está protagonizada por Javier Cámara (Joserra) y Carla Quílez (Mar). Desde el primer episodio, muestra el contraste entre la derrota y la ilusión. Joserra es un exjugador olímpico de bádminton que ha perdido todo por culpa del vicio y la mala vida. Vive en Vallecas, divorciado y sin ganas de nada.
Sin embargo, su destino cambia cuando conoce a Mar, una adolescente con talento natural. Ella se convierte en su oportunidad para redimirse. Por eso, ambos inician un viaje emocional lleno de segundas oportunidades.
Una historia sencilla, pero honesta
La trama parece simple, y lo es. Un profesor fracasado ayuda a una alumna con potencial. De hecho, recuerda a películas como El indomable Will Hunting. Sin embargo, Yakarta no imita esa fórmula. En cambio, busca un tono más humano y realista, algo que me parece muy acertado y que puede hacer que guste más a la gente.
Además, la serie quiere mostrar una España humilde, en los pueblitos. Se ambienta en torneos locales, gimnasios viejos y barrios de provincias. Por tanto, retrata con sensibilidad a quienes intentan salir adelante en un entorno complicado, toda esta formula esta muy vista pero se consigue.
Lo que funciona en Yakarta
De lo que más me ha gustado de la serie son los personajes, son su mayor fortaleza. Joserra y Mar no son héroes, ni tampoco villanos, sino personas heridas. Por otro lado, ambos reflejan uno en el otro sus miedos y deseos. Esa conexión emocional resulta muy creíble.
Además, la dirección es sólida y coherente. Cámara aporta emoción y verdad, mientras que Carla Quílez transmite frescura y energía. De hecho, el propio Cámara dirige algunos episodios, lo que refuerza la unidad del tono visual y narrativo.
Por otra parte, Diego San José regresa tras Celeste con una propuesta más íntima. Además, demuestra que puede emocionar sin recurrir al melodrama.

Lo que podría fallar
Sin embargo, hay riesgos. El ritmo puede volverse lento en ciertos episodios. Además, las historias sobre personajes rotos suelen necesitar equilibrio para no volverse pesadas.
Por otro lado, el bádminton podría quedar como simple decoración. Sería ideal que se use como metáfora de la constancia y el esfuerzo. Por eso, se espera que tenga un papel activo dentro de la narrativa, pero falto mas juego, mas intensidad, me falto eso en la serie.
En cambio, la trama del “mentor caído y joven talento” no es nueva, ya la hemos visto anteriormente. Por tanto, Yakarta deberá aportar originalidad en los diálogos y el estilo visual, algo que se consigue con un giro de los acontecimientos.
Comparaciones y estilo
Yakarta sigue la línea de series españolas que priorizan la emoción sobre el espectáculo. Por ejemplo, Celeste o La Mesías comparten esa sensibilidad. Además, ambas prueban que el público busca historias pequeñas y sinceras.
Sin embargo, Yakarta necesita su propia identidad. Por eso, si logra diferenciarse, puede convertirse en una de las sorpresas del año.
Conclusión
En definitiva, Yakarta es una serie honesta, humana y muy emocional. No nos vamos a esperar nada nuevo, son personajes muy vistos en la industria, pero que nos puede hacer emocionar en más de un capitulo. Es una serie «cortita y al pie» que duran poco sus episodios, lo justo y necesario para que nos guste cada uno de ellos, un total de 6 episodios de media hora cada uno.
Eso sí, no es una serie para todos. Quienes prefieran acción o giros rápidos quizá no la disfruten, porque no es eso. Sin embargo, si te atraen las historias de redención y segundas oportunidades, Yakarta te emocionará de principio a fin.
