Marc Anthony brilló en el Movistar Arena con su Historia Tour. Un concierto en el que pudimos disfrutar y bailar como nunca.
El pasado domingo, el Movistar Arena fue testigo de una noche memorable con la presencia de Marc Anthony, quien encendió al público con su poderosa voz, una puesta en escena vibrante y, sí, algunos fallos técnicos que, lejos de empañar el espectáculo, lo hicieron aún más auténtico.
Marc Anthony brilló con una voz inconfundible
Desde su primera aparición —con un clásico “Pa’llá voy”— el salsero demostró por qué su voz sigue siendo tan emblemática. Una voz impecable y con una presencia abrumadora. Un artista que se puede decir que lo disfrutas mucho más en directo que en estudio.
La banda y los músicos: estrellas en solitario
La banda que lo acompaña fue protagonista. El guitarrista argentino Mario Guini protagonizó un solo impresionante, cerrando tocando la guitarra por detrás del cuello, lo que desató una ovación unánime. En otro punto del show, Marc sorprendió ocupando la batería junto al percusionista Jessie Caraballo, generando un momento de «precipitación sonora» muy celebrada por el público
Organización técnica: luces y sonido en la cuerda floja
Distintos medios hicieron eco de fallos en el sonido, pantallas que bloqueaban partes del escenario y accesos saturados como agravantes a la experiencia . A pesar de ello, tanto Marc como su banda supieron salir adelante e incluso “disfrazar” algunos lapsos con solos extendidos o intervención del público. Momentos acapella que demostraron una vez más el talento del artista.
Un público entregado, desde el primer al último segundo
La audiencia respondió con fervor. Desde corear baladas como “Y hubo alguien” y “Hasta ayer”, hasta encender el Arena con “Vivir mi vida”, el ambiente fue electrizante. Hubo momentos de karaoke colectivo en “Flor pálida” o “Hasta que te conocí”
Un bis tan exigido que se hizo rogar
El final oficial parecía haber llegado tras “Parecen viernes”, pero cuando las linternas de los móviles iluminaron el estadio y se escucharon los gritos de “otra, otra”, Marc volvió al escenario sin dudarlo. Primero interpretó “Tu amor me hace bien” y cerró con broche de oro con “Vivir mi vida”: una despedida apoteósica, compartida entre el artista y un público que no decepcionó