La vida de Chuck (The Life of Chuck) es una obra introspectiva dirigida por Mike Flanagan, basada en el relato de Stephen King.
La vida de Chuck: Sinopsis y contexto
La vida de Chuck (The Life of Chuck) es una obra introspectiva dirigida por Mike Flanagan, basada en el relato de Stephen King, incluyendo en If It Bleeds (2020). La película se narra en orden cronológico inverso, arranca por el tercer acto y termina por el primero, empieza con el final del universo coincidiendo con la muerte del protagonista, Charles «Chuck» Krantz, un contador que lleva toda la vida dedicándose a ello, interpretado por Tom Hiddleston, para luego ir pasando por su infancia, juventud y momentos claves de su vida, que le llevo a donde empieza esta pelicula.
Estructura narrativa e intención emocional
El director apuesta por una historia contada en tres actos, una era apocalíptica dominada por el colapso y el fin de nuestros días; luego, un estallido de humana vitalidad con una secuencia de baile callejero, que es la mejor parte de la pelicula; y finalmente, la infancia de Chuck, marcada por la pérdida, el crecimiento y la memoria, lo que hará que el resto de actos tengan sentido.
En medio del caos, se ve carteles y anuncios que agradecen los “39 grandes años de Chuck”, algo que hace extrañar y que muestra confusión al principio del metraje, un tributo colectivo que convierte lo ordinario en simbólico.
Actuaciones y momentos memorables
Tom Hiddleston construye una figura discreta, a la hora de hablar de peso en pantalla, pero cargada de humanidad, un hombre que, en medio de su rutinaria vida de oficina, elige bailar y recordarnos la belleza de los pequeños gestos, en vez de seguir a lo suyo, un día mas en su vida como el resto de su vida. La destacada escena en la calle, un número musical espontáneo con Annalise Basso, ha sido llamada “memorable”, “mágica” y digna de viralizarse, algo que para muchos es sin duda la mejor escena de la pelicula, 10 – 15 minutos cargados de ritmo, vitalidad y humanidad.
Todas estas vidas de Chuck encarnada por Benjamin Pajak (y versiones más jóvenes por Jacob Tremblay y Cody Flanagan), aporta ternura y nostalgia, reforzada por la presencia de Mark Hamill y Mia Sara como abuelos que despiertan su pasión por la danza, pero también le encanan que debe de hacer algo con su vida, como ser contable.
La narración cálida de Nick Offerman, durante toda la obra, añade encanto reflexivo, como si el filme fuera una leyenda cotidiana sobre la fugacidad de la vida.
Estilo, filosofía y tono
Mike Flanagan evita el sentimentalismo fácil y recurre a una contemplación poética de la vida, la muerte y el legado, en lo pequeño reside lo grande. La estructura inversa invita a reflexionar antes que dramatizar. El uso de referencias a Carl Sagan y Walt Whitman, especialmente “contener multitudes”, se materializa en imágenes íntimas, evitando discursos grandilocuentes.
Recepción crítica y taquilla
La película recibió críticas mixtas, algunos la celebran como una de las mejores adaptaciones de King por su ternura y profundidad emocional, mientras que otros la acusan de empalagosa, excesivamente narrativa o sentimental sin sustancia, como siempre pasa en el cine, a unos les gusta mucho y a otros no tanto.
En Rotten Tomatoes luce un 88 % de aprobación, y en Metacritic alcanza un 66/100, términos de recepción “generalmente favorable” .
En cuanto a taquilla, el filme tuvo un estreno limitado con modestas cifras, por ejemplo, alrededor de 2,3 millones de dólares durante el primer fin de semana nacional, situándose por detrás de películas con temática similar como Materialistas. todo esto sin aun haberse estrenado en Europa, una vez se haga, se podrá hablar de cuanto ha recaudado finalmente.
Valoración final
La vida de Chuck es una experiencia cinematográfica que apuesta por la sensibilidad, lo cotidiano y la maravilla interior. Su mayor logro reside en evocar lo universal a través de lo aparentemente banal. Aunque su ritmo pausado y su lirismo pueden no atraer a todos, quienes se dejen llevar por su pulso encontrarán gratitud, nostalgia y una invitación a mirar la vida desde el presente hasta nuestro futuro.