Duki, su regreso a Madrid no ha dejado a nadie indiferente. Ayer vivimos la primera noche del tour del argentino por todo lo alto.
El 27 de octubre de 2025, Madrid vivió una de esas noches que quedan tatuadas en la memoria. Duki regresó a la capital española con un show simplemente genial, fiel a su estilo y con una energía que se sintió desde el primer segundo en el Movistar Arena, que estaba a reventar.
Desde temprano, los fans ya estaban encendidos. Las luces bajaron, y el clásico canto de la barra empezó a retumbar:
“¡Duko, DUKO!”
El ambiente era puro fuego. Los teloneros, 8 Belial, prepararon el terreno con un set potente que dejó todo listo para el gran momento.

Y ahí apareció él. Mauro, con esa presencia que impone, arrancó la noche con algunas de sus canciones más conocidas, parte del disco “AMERI”. Desde el primer beat, el público se entregó por completo. Cada verso, cada movimiento, levantaba una ola de emoción que recorría todo el estadio. El Movistar vibraba al ritmo de sus barras y de ese sonido tan característico que mezcla trap, rap y corazón.
Duki su regreso con acompañantes de lujo
Uno de los momentos más especiales fue la aparición sorpresa de Lali Kali, quien subió al escenario para interpretar junto a Duki “Constelaciones”. Su voz dulce llenó el estadio, regalando un respiro lleno de magia antes de volver al mood más rapero que tanto representa a Duko.
La noche siguió con fuerza: tras repasar lo mejor de AMERI, Duki llevó al público a su nueva era con los temas de su más reciente disco “5202”, incluyendo Type Beat, Toc Psycho y varios más que pusieron a todos a saltar. Cada tema era un viaje nuevo, y la conexión con el público era total.
El momento más emotivo llegó cuando Duki invitó a algunos fans al escenario para cantar juntos “Hakiri”, su colaboración con CRO. Lágrimas, abrazos y una energía sincera que solo él logra generar.
Y como broche de oro, el cierre fue modo diablo activado. Duki desató su repertorio más emblemático, dejando a todos en éxtasis. Madrid tuvo su primera noche de ensueño, y ahora las fechas del 28 y 29 de octubre prometen ser igual de inolvidables.
Análisis final:
El concierto de Duki en Madrid no fue solo un show; fue una experiencia. Su evolución artística se siente en cada disco, pero también en la forma en que conecta con su gente. Duki no solo canta, cuenta su historia, y cada persona en el Movistar Arena la vivió con él. Con 5202, demuestra que sigue rompiendo límites, consolidándose no solo como un referente del trap, sino como un artista capaz de transformar cada escenario en una celebración de vida, música y verdad.
